Las personas que llevan los tronos deben realizar una preparación física correcta meses antes de Semana Santa para prevenir posibles lesiones por una sobrecarga o una forma física inadecuada.

Durante la Semana Santa un gran número de procesiones recorrerán las calles de todo el país y son muchas las personas que llevan preparándose meses para participar en la celebración

Tanto las personas portadoras, aquellas que llevan las imágenes a hombros, como las costaleras, quienes las cargan directamente en la espalda, deberían realizar una preparación previa para evitar lesiones innecesarias:

¿Cuáles son las lesiones más frecuentes?

Las lesiones que encontramos con más frecuencia relaciones con las procesiones suelen afectar a la piel o al aparato locomotor:

·      Herida posterior del cuello por el rozamiento y la presión que soporta la piel

·      Contracturas y roturas musculares debidas a un sobresfuerzo

·      Cansancio y fatiga

·      Lesiones de rodilla: las rodillas soportan mucho peso y es aconsejable tenerlas un poco flexionadas para protegerlas durante el trayecto

·      Esguinces de los tobillos por el peso y movimiento que se realiza

·      Hernias abdominales (umbilicales, inguinales…). Debidas a un defectuoso tono muscular o a no fajarse correctamente

·      Hernias discales o protrusiones, el peso que soportan las vértebras puede producir la salida del disco provocando lesiones de consideración. Si existen hernias discales, no está indicado sacar un paso

¿Qué recomendaciones debemos seguir?

·      Los meses previos a Semana Santa, hay que realizar un programa de ejercicios enfocado a mejorar fuerza, flexibilidad y resistencia, cada persona va a soportar más de 30 kilos de peso durante varias horas

·      Durante la procesión es importante:

a.  Realizar una serie de estiramientos y un calentamiento previo

b. Mantener una buena postura: la espalda recta y los hombros hacia atrás y distribuir bien el peso, pisando con toda la planta del pie

c.  Elegir calzado y ropa cómoda: zapatos con un soporte adecuado y buena amortiguación

d. Proteger las zonas sensibles: fajas de protección lumbar, guantes, …

e.  Mantener una buena hidratación: beber agua frecuentemente

f.   Durante las pausas, realizar estiramientos y tomar algún alimento

g.  Cargar el peso alternando entre un pie y otro y realizar contracciones suaves de la musculatura glútea y abdominal

·      Al finalizar, aplicar frío en las zonas doloridas y repetir la sesión de estiramientos

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