¿Cómo actuar ante la sospecha de un golpe de calor?

El verano incita a la práctica deportiva al aire libre, deportes en el mar, la playa y la montaña son excelentes, siempre teniendo en cuenta las características individuales como edad, condición física, patología previa, etc.

Hacer ejercicio en climas cálidos tiene un riesgo añadido, tanto el ejercicio en sí como la temperatura y la humedad del aire, pueden aumentar la temperatura corporal central y el riesgo de deshidratación e incluso provocar un golpe de calor. Siga las siguientes recomendaciones:

 

  • Conozca su estado físico y sus limitaciones
  • Realice ejercicio físico fuera de las horas centrales del día
  • Permita que su cuerpo se adapte al clima poco a poco y se vaya aclimatando
  • Manténgase bien hidratado, beba antes, durante y después del ejercicio
  • Evite la exposición directa al sol
  • Utilice ropa clara con una adecuada transpiración
  • Protéjase la cabeza con gorra o sombrero
  • Póngase crema con factor de protección solar adecuado
  • No olvide el calentamiento previo durante 10-15 minutos
  • Finalice con una sesión de estiramientos y vuelta a la calma
  • Recuerde que los niños y las personas mayores son más vulnerables al calor extremo

 

IMPORTANTE

El golpe de calor se produce cuando la temperatura del cuerpo aumenta rápidamente y no se consigue bajar. Puede poner en riesgo la vida si afecta al cerebro y otros órganos vitales. Son síntomas alarmantes:

  • Fiebre elevada
  • Cambios mentales: confusión, agitación
  • Piel caliente y seca o sudoración excesiva
  • Náuseas y vómitos
  • Piel enrojecida
  • Pulso acelerado
  • Respiración rápida
  • Dolor de cabeza
  • Desmayos
  • Convulsiones

Si alguien presenta alguno de estos síntomas, debe parar el ejercicio, ponerse a la sombra, bajar su temperatura corporal, hidratarse de inmediato y llamar al 112 o al 061. Mientras acuden los servicios médicos debe refrescar a la persona como pueda:

  • Sumergirla en una bañera con agua fría o tomar una ducha fría.
  • Mojarla con agua fresca, usando una esponja.
  • Abanicar mientras la rocía con agua fría.
  • Colocar compresas de hielo o toallas húmedas frías en el cuello, las axilas y la ingle.
  • Cubrirla con sabanas frías y húmedas.

Si la persona se encuentra consciente, debe beber agua fresca o una bebida deportiva

En caso de que la persona esté inconsciente se iniciará sin demora el protocolo de reanimación cardiopulmonar